Acuarela

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martes, 28 de agosto de 2012

Las plagas de langosta y la agricultura de Membrilla a finales del S. XIX

Las langostas fueron la octava plaga bíblica sobre Egipto[1]. El viento trajo un enjambre de langostas. La nube cubrió el cielo, arrojó sombras sobre Egipto, y consumió lo que quedaba de los cultivos, acabando con todos los árboles y las plantas.

Sin llegar a las dimensiones trágicas descritas en el Antiguo Testamento, las sucesivas plagas de langosta fueron el mayor de los azotes sufridos por el campo español hasta bien entrado el S. XX. Arrasaban los cultivos provocando hambrunas, miseria y desolación.

Las plagas de langosta se calificaron como calamidad pública por una real orden de febrero de 1860. Sobre estas plagas escribieron en la España del siglo XIX dos autores vinculados a nuestra provincia, Agustín Salido y Francisco Rivas Moreno. Pedro Almarcha Jiménez tiene documentados y publicados trabajos sobre plagas de langosta en Membrilla desde la Edad Moderna a finales del S. XIX[2]. A los datos aportados por él, añadimos estos otros, de finales del siglo XIX según relataron los periódicos de la época, que ofrecen además informaciones muy interesantes sobre el estado agrícola del momento y el aumento de las plantaciones de viña:

jueves, 16 de agosto de 2012

Los Desposorios de la Virgen del Espino

Tal como tiene perfectamente documentado y publicado nuestro paisano e historiador Pedro Almarcha Jiménez, es más que probable que los Desposorios de la Virgen del Espino empezaran a celebrarse en Membrilla desde mayo de 1213, unos meses después de la batalla de las Navas de Tolosa, cuando el Castillo del Tocón quedó definitivamente en manos cristianas.

Los Desposorios son una festividad religiosa acompañada de actos lúdicos. Estos últimos han sido los que más han variado a lo largo del tiempo, mientras que los actos religiosos: bajada de la virgen, novenario, cumplidores, Alabarderos, vísperas, Desposorios, procesión, ofrecimiento y subida de la virgen a la ermita, se han mantenido como símbolo del arraigo de una devoción y tradición centenaria, salvo los cambios de fechas.