Acuarela

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jueves, 10 de julio de 2014

La Calle del Blanco y la Casa del Marqués de Navasequilla

Portada de la Casa del Marqués de Navasequilla
El Marquesado de Navasequilla fue creado por Carlos IV en 1787 a favor de D. Blas García de Quesada y Martínez de Atocha. 

Navasequilla es el nombre de un cortijo ubicado en el actual término municipal de Valdepeñas de Jaén.

Los antecedentes que dan nombre a la calle del Blanco y a la Casa del Marqués proceden del IV Marqués de Navasequilla, D. Blas García de Quesada y Aguilera. Su padre, el II Marqués de Navasequilla, D. Pedro García de Quesada y López Gónzález (Valdepeñas de Jaén, 17 de abril de 1770) se casó el 8 de febrero de 1798 en Alcázar de San Juan con Dª Jacinta Carlota de Aguilera y Blanco Muñoz (Alcázar de San Juan, 7 de noviembre de 1771). 

Como vemos Dª Jacinta, pertenecía a la familia Blanco. Tenía posesiones en Membrilla, Manzanares y toda la Mancha, que había heredado de sus padres, D. Francisco Andrés Aguilera y Figueroa y Dª. Elvira Blanco-Muñiz y Salazar Guzmán y Treviño (se casaron en Membrilla el 17 de octubre de 1768)[1].

D. Blas García de Quesada fue nombrado senador en 1843, pero no llegó a tomar posesión al renunciar por motivos de salud[2]

El 9 de enero de 1881 el pleno del Ayuntamiento dio cuenta de una carta de la familia del Marqués de Navasequilla donde informaba de la muerte de dicho señor (D. Blas García de Quesada y Aguilera, IV Marqués de Navasequilla), acordando dirigirse a su hijo, D. Carlos García de Quesada para expresarle el sentimiento que ha causado en la corporación la pérdida de tan noble señor. 

La Casa del Marqués y otras posesiones de la familia, llegaron a manos de un descendiente de los Marqueses de Navasequilla, D. León Herrera y Esteban, Muñoz-Garnica y García de Quesada, (1922-2003), jurista, militar y político, Ministro de Información y Turismo de octubre de 1974 a diciembre de 1975, que lo vendió a la Caja Rural.

La actual Marquesa de Navasequilla desde 2010[3] es Dª Sara López Ferre.

martes, 1 de julio de 2014

Déjennos acertar o equivocarnos

Viñeta de Alfonso Zapico
El próximo 13 de julio los militantes del PSOE elegiremos por primera vez a nuestro Secretario General en una votación directa.

Yo creo que este es el camino acertado. Todas las personas que forman parte de una organización democrática deben participar en la elección de sus dirigentes y así ser corresponsables del acierto o del error.

En los tiempos que vivimos, donde los acontecimientos y la información se suceden a una velocidad de vértigo y todo está en continuo análisis y cuestionamiento, las grandes decisiones no las pueden tomar unas cuantas personas, en un despacho o en la mesa de un restaurante y después esperar que los ciudadanos las acaten sumisamente.

Es posible que el proceso se haya puesto en marcha, más por necesidad, que por convencimiento de los dirigentes. Es posible que se abran algunas heridas que costará tiempo cicatrizar. 

Finalmente, serán tres las personas que optarán a la elección.