Acuarela

Acuarela

domingo, 24 de febrero de 2013

La participación política de las mujeres en la provincia de Ciudad Real


Capítulo I: "De los orígenes al final de la Dictadura de Primo de Rivera".

Cada 8 de marzo se organizan en todo el mundo actos reivindicativos y de recuerdo de la lucha por los derechos de la mujer, la igualdad real con los hombres y la participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer surgió de la reivindicación de los movimientos obreros y políticos en el tránsito del S. XIX al XX, ligados a la Revolución Industrial y a la lucha por el sufragio femenino.

En 1910, en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, Clara Zetkin[1], dirigente comunista alemana, planteó la idea de declarar un mismo día en todos los países del mundo para reconocer a las mujeres y presionar para que sus demandas de igualdad fueran cumplidas. Surgió así la creación del Día Internacional de la Mujer.

De esta manera, el 19 de marzo de 1911 Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza fueron los primeros países en celebrarlo. Sin embargo, en 1913 después de una serie de discusiones se decidió cambiar el día al 8 de marzo, y así ha permanecido hasta la actualidad. En 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional siendo fiesta nacional en algunos países.

Las primeras organizaciones femeninas
En España, el sistema político de la Restauración, diseñado en la Constitución de 1876, contemplaba que únicamente podían votar los varones mayores de 25 años cuya cuota mínima al tesoro por contribución territorial superase las 25 pesetas anuales, los industriales que tributaran más de 50 pesetas, los militares, miembros del clero, funcionarios de alto nivel y los titulados universitarios. A partir de 1890 pudieron votar todos los varones mayores de 25 años, pero las mujeres no pudieron votar hasta 1933.

domingo, 3 de febrero de 2013

Los pícaros del S. XXI. El nuevo patio de Monipodio


Escuché hace algunas semanas en hora 25 de la Cadena Ser, un comentario del escritor Luis Sepúlveda haciendo un paralelismo entre la situación actual de España y un pasaje del Lazarillo de Tormes, concretamente en el que comen uvas de un racimo.

Luis Sepúlveda no es la primera persona que conecta muchas de las cosas que suceden en nuestro país en la actualidad, (los episodios de corrupción, los despilfarros, los recortes y la escasa falta de respuesta social), con las que pasaban en la España del S. XVI y XVII y que tan fielmente reflejaron los grandes autores del Siglo de Oro, Quevedo, Mateo Alemán y el propio Cervantes, en El Buscón, Guzmán de Alfarache o Rinconete y Cortadillo, o la ya mencionada Lazarillo de Tormes, la primera y más conocida novela picaresca española.

Según el pasaje del Lazarillo de Tormes, el ciego y Lázaro se ponen de acuerdo para comer las uvas por turnos de una en una. Acabado el racimo, el ciego acusa a Lázaro de comer las uvas de tres en tres:

“Lázaro, engañado me has: juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres.”
“No comí, dije yo, mas ¿por qué sospecháis eso?”.
Respondió el sagacísimo ciego:
“¿Sabes en qué veo que las comiste de tres en tres? En que comía yo dos a dos y callabas.”