Acuarela

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miércoles, 28 de agosto de 2013

18 de junio de 1933, Medea con Margarita Xirgu, primera representación del Festival de Teatro Clásico de Mérida

El pasado 25 de agosto finalizaron las representaciones de la 59 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Lejos queda la primera función del 18 de junio de 1933 con Margarita Xirgu interpretando a Medea que pretendemos recordar ahora.

"Mundo Gráfico", 21 de junio de 1933
El escenario
El Teatro romano de Mérida es una construcción promovida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa, en la ciudad romana de Augusta Emerita. Según fecha inscrita en el propio teatro su construcción se produjo en los años 16 a 15 a. C.

El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más importante, a finales del siglo I o principios del siglo II, posiblemente en época del emperador Trajano, cuando se levantó la actual fachada o frente de escena, y otra en época de Constantino entre los años 330 y 340, introduciéndose nuevos elementos arquitectónicos-decorativos y construyéndose una calzada que rodea el monumento. Tras el abandono propiciado por el cristianismo a causa de la inmoralidad del teatro, éste se abandona y cubre de tierra, quedando solamente visible la zona superior del graderío (summa cavea). La imaginación popular la denominó "Las Siete Sillas", donde según la tradición se sentaron en ella diversos reyes moros para decidir los destinos de la ciudad.

Hasta finales del siglo XIX, los únicos restos visibles del teatro eran las denominadas "Siete Sillas", restos de la parte alta del graderío, formados a base de hormigón revestido de sillares de granito, que componían la fachada posterior del edificio. Las excavaciones del teatro comenzaron en 1910 estando dirigidas por el arqueólogo José Ramón Mélida; con escasos medios y una metodología no del todo adecuada que ha impedido reconstruir la evolución del teatro desde su abandono hasta finales del siglo XIX, se exhumó la mayor parte del edificio, documentándose numerosas columnas, cornistas, estatuas y otros materiales del edificio, sobre todo del frente escénico.

No fue hasta los años 60 y 70 del siglo XX cuando se reconstruyó el frente escénico, bajo la dirección del arquitecto y arqueólogo José Menéndez Pidal y Álvarez.

Margarita Xirgu
Fue la gran actriz española Margarita Xirgu la que se empeñó en actuar en el Teatro Romano de Mérida.

Antes que Margarita otra actriz, María Guerrero, había intentado ofrecer también representaciones en el teatro romano de Mérida. El propósito se frustró porque María Guerrero pretendía montar el espectáculo incluso con decorados de cartón y el conservador del teatro, a quien estremecía la sola idea de ver pisadas aquellas piedras venerables, se opuso tenazmente.

A raíz del estreno "Del Otro" de Miguel de Unamuno, en la tertulia del saloncito del Teatro Español, Margarita Xirgu, el propio Miguel de Unamuno y Fernando de los Ríos, gestaron la idea de promover la representación de Medea en Mérida.

“El encuentro de Miguel de Unamuno y Margarita Xirgu en 1932 en el ambigú del Teatro Español de Madrid fue determinante para el Festival de Mérida. El escritor y la actriz estaban acompañados por el ministro de Instrucción Pública, Fernando de los Ríos, quien suscitó en el debate la posibilidad de representar textos grecolatinos. Margarita Xirgu -que había conocido el Teatro Romano de Mérida en 1926- de inmediato expuso su predisposición y concretó su deseo de hacerlo en el hemiciclo emeritense, con lo que abría un campo hasta entonces inexplorado: las representaciones al aire libre. Miguel de Unamuno se ofreció de inmediato a trabajar con el texto de ‘Medea’ escrito por Séneca. Quince días después se lo entregó a Margarita Xirgu y Cipriano de Rivas Cherif, asesor artístico de la Compañía Xirgu-Borrás y verdadero animador de la representación que tuvo lugar en Mérida el 18 de junio de 1933”[1].

La representación

La función generó grandes expectativas que la prensa se encargó de resaltar. El periódico La Luz ofrecía el 7 de junio de 1933 el siguiente artículo:

El acontecimiento del 18 en Mérida
Verdaderamente sensacional promete ser la representación de la "Medea", de Séneca, traducida por Unamuno, que la compañía Xirgu-Borrás dará el próximo domingo 18 en el Teatro Romano de Mérida, bajo el patronato del ministerio de Instrucción Pública. Soberbio el espectáculo en el ámbito de aquella arquitectura insigne. Los dos grandes trágicos por excelencia de la escena española, con la Orquesta Filarmónica de Madrid y coros, dirigidos por el ilustre Pérez Casas, intérpretes de la música de Gluck, que acompañará la representación. Actores meritísimos sirviendo las estrofas y el movimiento de los coreutas. Una lucidísima comparsería, para la que Miguel Xirgu ha compuesto ciento veinte figurines.

La más alta representación del Estado y sus ministros presidiendo la función, con los arqueólogos descubridores del grandioso monumento, y el embajador de Italia, portador del mensaje especialísimo de Roma a la ciudad de Mérida. Y el pueblo, soberano sobre todo, llenando las gradas del magnífico teatro, superviviente a través de los siglos y renacido a la voz pura del arte”.

La Luz 13 de junio de 1933
El estreno tuvo lugar el 18 de junio de 1.933[2].

A Mérida llega el presidente de la República, algunos de sus ministros, entre ellos el de Instrucción Pública, el director de Bellas Artes, el alcalde de Madrid, el embajador de Italia, que entrega una corona como regalo de Roma a Mérida, y destacadas personalidades de la intelectualidad y del arte. El teatro reune a más de 3.000 espectadores llegados de todas partes. Con todo su séquito, Azaña se instala en el primer rellano de la gradería y, igual que un procónsul, se dispone a entregarse al espectáculo. La majestuosidad del lugar, reavivado con la presencia de la multitud, es impresionante. La tarde, suave y luminosa, cae hacia poniente.

El éxito fue rotundo. La Xirgu interpretó al personaje de Medea i Borràs, el de Jasón. << Yo no he hecho nada más -escribe Unamuno- que hacer hablar a Séneca en castellano. Séneca no hizo nada más que explicar la historia de Medea. Pero Margarita Xirgu ha hecho Medea. Ha convertido a este personaje, imaginario o real, en un ser vivo que se apodera de nosotros en cuerpo y alma>>.
La Voz, 19 de junio de 1933

“El estreno de la ‘Medea’ de Séneca adaptada por Unamuno sirvió para inaugurar, el 18 de junio de 1933, el Teatro Romano de Mérida, que había sido pulcra y sabiamente restaurado por José Ramón Mélida. La representación se celebró ante un público de unos tres mil espectadores y revistió gran solemnidad, como recogen las crónicas de diversos periódicos. Resulta evidente que el Gobierno puso todo su empeño en resaltar la importancia del recuperado teatro y sus posibilidades como escenario de representaciones futuras. A las siete de la tarde, mientras sonaban los compases del himno de Riego, comenzó la entrada de personalidades –encabezadas por el presidente del Consejo de Ministros con sus ayudantes y dos ministros–, entre las que figuraban las autoridades locales y provinciales, el Ayuntamiento emeritense en pleno, el propio Unamuno, Mélida, el alcalde de Madrid, el Director de Bellas Artes, el presidente del Consejo de Cultura y el embajador de Italia. Como introducción al espectáculo, la Orquesta Filarmónica de Madrid, bajo la dirección de su creador, el maestro Bartolomé Pérez Casas, interpretó la obertura de la ópera Ifigenia en Aulide, de Gluck, inspirada en la tragedia de Eurípides. 

En momentos posteriores de la obra sonaron también fragmentos de otras piezas de Gluck, como Orfeo y Alceste. La compañía,dirigida por Cipriano de Rivas Cherif, estaba encabezada por Margarita Xirgu (Medea) y Enrique Borrás (Jasón) –los actores más prestigiosos de la escena española en aquellos años–, y contaba con jóvenes actores que más tarde llegarían a ser primeras figuras de la escena española, como Enrique Guitart, Ricardo Merino y Enrique Diosdado. El papel de Creonte corrió a cargo de Alberto Contreras, el mensajero fue interpretado por Pedro López Lagar y Amalia Sánchez Ariño encarnó a la nodriza. La representación fue íntegramente filmada por un equipo especial trasladado a Mérida con tal misión, y el atrezzo puede calificarse de suntuoso, con una atención al color de ropajes y vestiduras impensable en la representación de una tragedia clásica, desde la túnica roja de Medea hasta el coro de muchachas vestidas con capas verdes y túnicas amarillas, o desde el colorista grupo de esclavos hasta los soldados con vestimenta marrón y azul, todo ello intensificado por la luz de potentes focos que apuntaban al escenario y que fue indispensable encender cuando el sol comenzó a declinar. 
La Estampa, 24 de junio de 1933

La escena final, con Jasón sosteniendo en brazos el cadáver del hijo mientras Medea se aleja en el carro tirado por dragones –un impresionante efecto escenográfico creado por Piti Bartolozzi, hija del conocido dibujante y pintor–, despertó el entusiasmo del público y una prolongadísima salva de aplausos que no cesó mientras todos los actores, empezando por Margarita Xirgu, salían a saludar. También lo hicieron, requeridos por la compañía, el director Rivas Cherif, el maestro Pérez Casas y el propio Unamuno, mientras las autoridades asistentes comenzaban a abandonar el recinto y sonaba el himno nacional. Todos los cronistas coinciden en destacar el extraordinario éxito de la representación, por la indudable calidad de cuantos la hicieron posible y por el marco incomparable en que se desarrolló[3]”.

Crónica, 25 de junio de 1933


[1] Medea de Séneca, traducción de Miguel de Unamuno, Consorcio Patronato del Festival de Teatro Clásico de Mérida, 2008
[2] www.margaritaxirgu.es
[3] Medea de Séneca, traducción de Miguel de Unamuno, Consorcio Patronato del Festival de Teatro Clásico de Mérida, 2008

1 comentario:

  1. Hola qué tal, me interesa esa imagen de "La luz" que dice al pie "La Luz 13 de junio de 1933" ¿Sería posible conseguirla a mayor tamaño? Muchas gracias.

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