El ObSERvatorio de la Cadena Ser constata que la socialdemocracia sigue siendo la ideología más extendida entre los españoles. Un 40% de los encuestados se declaran socialdemócratas frente a un 25% de centristas y un 24'5% que se describen como conservadores. Las posiciones extremas son más bien minoritarias. Tan solo un 1% de los españoles se considera de extrema derecha. Es más alto el porcentaje de los que se sitúan en la extrema izquierda: algo más de un 9%.
Pese a que los socialdemócratas son mayoría, según este estudio, el PP ganaría otra vez las elecciones con una ventaja de 4,4 puntos sobre el PSOE. Los populares lograrían el 27,1% de los votos y perderían 17 puntos y medio desde las generales. Aunque mantendrían ventaja sobre el PSOE al que votarían el 22,7% de los encuestados. UPyD triplicaría su resultado de 2011 subiendo hasta el 10'9% e IU lo doblaría con un 13,5%.
PP y PSOE defienden cosas distintas excepto en economía
La mayoría de los encuestados creen que los dos principales partidos defienden posiciones distintas, aunque no en todos los ámbitos. Siete de cada diez socialdemócratas cree que las ideas que defienden los dos grandes partidos son distintas en lo que se refiere a bienestar social y el 65% opina que también son diferentes sus ideas sobre derechos civiles y costumbres y sobre estilos sociales. Sin embargo, la mitad de los progresistas no encuentra apenas distancia entre los discursos que PP y PSOE en materia de economía o de política territorial.
Las diferencias entre votantes socialistas y conservadores se demuestran también a la hora de fijar sus prioridades. Entre los socialdemócratas, la más mencionada por el 73%, es la reducción de las desigualdades sociales y la lucha contra la pobreza. La segunda, una mayor protección a los ciudadanos frente a las grandes empresas y la banca y la tercera prioridad que marcan los socialdemócratas es que su gobierno establezca las condiciones para crear empleo. En cambio, los conservadores dan menos importancia a la lucha contra la pobreza y consideran que lo principal es crear empleo. A los ciudadanos de derechas no les preocupa tanto ni la protección frente a las grandes empresas y bancos ni la participación ciudadana. Los conservadores colocan como la que debería ser la tercera prioridad del Gobierno reducir el tamaño del Estado y bajar impuestos. Y como cuarta: el control de la deuda pública y el déficit.
El PSOE es incapaz de cambiar la situación
El ObSERvatorio pregunta directamente si el PSOE representa adecuadamente a las clases trabajadoras, a las clases medias, a los emprendedores, a los autónomos o en cambio más bien defiende a las élites. La respuesta es que el PSOE accede al gobierno con programas de cambio ambiciosos, pero luego no es capaz de ponerlos en práctica por causas diversas: la globalización, la interdependencia con otros países o el poder de los grandes grupos económicos. Así lo cree el 71% de los votantes del PSOE y uno de cada dos españoles. Es decir, que tiene voluntad de cambio pero incapacidad de llevarlo a cabo.
La mayoría de los votantes del PSOE (el 59%) cree que su partido defiende tanto a los trabajadores como a las clases medias, profesionales y autónomos. En cambio, si preguntamos a los ciudadanos socialdemócratas, no estrictamente votantes del PSOE, son mayoría los que opinan que los partidos socialistas defienden sobre todo los intereses de las clases altas y de las élites.
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