Acuarela

Acuarela

jueves, 28 de julio de 2011

“Fiesta del árbol” 30 de enero de 1916, un ejemplo de cooperación, educación y ecologismo entre Membrilla y Manzanares.

El Ministro de Gobernación José Sánchez Guerra[1] decretaba el 5 de enero de 1915[2] la obligatoriedad de celebrar anualmente en cada municipio una fiesta del árbol imponiendo a los ayuntamientos la necesidad de destinar partidas en los presupuestos para tal fin.

Para dar cumplimiento al decreto, el ayuntamiento de Membrilla acordó en el pleno del 13 de enero de 1916, celebrar conjuntamente con el ayuntamiento de Manzanares la fiesta del árbol el domingo 30 de enero. Del acto dieron buena cuenta “El Pueblo Manchego” y “Vida Manchega” el 2 y 10 de febrero.

Ambos ayuntamientos crearon comisiones organizadoras presididas por los dos alcaldes, D. José González Elipe de Manzanares y D. Domingo Chacón Bellón de Membrilla, para preparar la celebración y movilizar a los niños y profesores de las escuelas públicas y privadas y a las asociaciones y entidades de cada municipio.

Llegado el día 30, las dos marchas multitudinarias, a las que acompañaban las bandas de música, iniciaron el recorrido desde las plazas del ayuntamiento para encontrarse en el camino que une ambas poblaciones hasta el límite de los términos donde se había preparado una tribuna.

Al reunirse fueron grandes y elocuentes las manifestaciones de entusiasmo por parte de los dos pueblos hermanos. “Las autoridades de uno y otro pueblo se dieron espiritualmente el abrazo que ha de unirlos en un ideal común”, constaba el corresponsal de El Pueblo Manchego, Jesús Caro.

El secretario de Membrilla, Sr. Núñez-Cacho leyó en nombre de las comisiones organizadoras un discurso alusivo al acto entonando una gloria a los dos pueblos y a los árboles “porque hacen tierra vegetal, manantiales, oxigeno, salud, pájaros, flores, poesía, hogar y origen fecundo de vida”.

Las autoridades plantaron los primeros cinco árboles a la memoria de: D. Francisco González Elipe (doctor el leyes), Dª. Francisca Díaz Carralero (la Ciega de Manzanares, poetisa eminente), D. Pedro Carrascosa (Obispo y letrado insigne), D. Diego de San Francisco (Religioso e historiador) y D. Joaquín Pérez-Cabellos (Propietario y Senador) y otro árbol más en honor al gobernador civil D. Juan de Urquía que no pudo asistir a la celebración.

Siguieron en el turno de palabra D. Mariano Belmás, arquitecto propietario de la Gaceta de obras públicas e introductor en España de la celebración de la fiesta del árbol, D. Eugenio Noel, escritor distinguido y D. Gaspar A. Sánchez, inspector de primera enseñanza.

Para finalizar, un niño y una niña de Membrilla y Manzanares leyeron unas poesías, se cantó el himno y después de las plantaciones de árboles a ambos lados del camino, distinguidas damas y señoritas de las dos poblaciones repartieron las meriendas consistentes en salchichón, un panecillo y una naranja.

En años sucesivos la Fiesta del árbol siguió celebrándose pero con menor seguimiento y repercusión que la de 1916.

[1] José Sánchez Guerra y Martínez (Córdoba, 28 de junio de 1859 - Madrid, 26 de enero de 1935) fue un abogado, periodista y político español. Presidente del Consejo de Ministros, ministro de Gobernación, ministro de Fomento y ministro de Guerra durante el reinado de Alfonso XIII.

[2] Real Decreto de 05 de enero de 1915.

De acuerdo con mi Consejo de ministros, y a propuesta del de la Gobernación.

Vengo en decretar lo siguiente:

Articulo 1º Se declarará obligatoria la celebración anual de una Fiesta del Árbol en cada término municipal. La fecha en que ha de celebrarse se fijará por las Corporaciones correspondientes en sesión ordinaria, y el acuerdo se hará público para conocimiento de todos los habitantes del municipio. El Ayuntamiento deberá invitar a todos los funcionarios, asociaciones y entidades, tanto oficiales como particulares, que en el término municipal residan.

Art. 2º Los Ayuntamientos deberán consignar en los presupuestos municipales aquellos gastos que se consideren necesario, teniendo en cuenta las atenciones de carácter obligatorio que sobre el Ayuntamiento pesen, para la adquisición de terreno, donde ello sea posible, siembras, plantaciones, riegos y demás gastos indispensables para la celebración de las fiestas. Los gobernadores no aprobarán ningún presupuesto municipal sin que en él figure partida, por pequeña que sea, destinada al fin indicado.

Art.3º Los secretarios de los Ayuntamientos tendrán la obligación de enviar al gobernador de la provincia, por duplicado, una Memoria de la celebración de la Fiesta del Árbol, debiendo figurar en ella la fecha en que se celebre, el número de árboles plantados, el número de asistentes a la solemnidad, señalando de un modo especial los alumnos de las escuelas que concurran, personas que más se distingan por su colaboración a las fiestas y estado de las plantaciones ejecutadas en años anteriores. Los gobernadores formarán una Memoria general de la provincia, en que deberán figurar todos estos datos parciales, y la elevarán a la Dirección general de Agricultura.

Dado en Palacio a 5 de Enero de 1915.—Alfonso.—El ministro de la Gobernación: José Sanchez Guerra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario