(II) De 1900 a 1950
EL RÍO[1]
El río Azuer es un afluente del Guadiana que nace en los manantiales del Ojo Lobero, en el término municipal de Villahermosa (Ciudad Real), discurre por los de La Solana, Alhambra, San Carlos del Valle, Membrilla, Manzanares y Daimiel, y desemboca en el río Guadiana cerca de las Tablas de Daimiel. Tiene como afluentes el Cañamares y el arroyo de Alhambra por la derecha y el Tortillo por la izquierda.
La subcuenca del Azuer[2] tiene dos zonas bien diferenciadas. Una parte, desde su nacimiento hasta Vallehermoso, donde se concentran la mayor densidad de la red de drenaje y las mayores alturas, y otra parte desde Vallehermoso hasta Daimiel.
La cuenca completa hasta Daimiel tiene una extensión de 1699 Km2 con alturas entre 1018 m y 618 m. Presenta una morfología alargada en dirección SE-NW, con escasas pendientes, menores del 3%, salvo la zona de cabecera, y relieves muy suaves con relación de relieve de 4.27 m/Km. El río Azuer tiene una longitud de 100 Km. y una pendiente de 3.82 m/Km. La red de drenaje es muy poco densa (0.21 Km/ Km2), la mayoría de cauces secundarios se concentran en la parte alta de la cuenca y su índice medio de bifurcación de canales es de 5.39. El tiempo de concentración de la cuenca del Azuer hasta Daimiel es muy alto, de 28.61 horas.
En cuanto al caudal, el valor máximo diario más alto aforado en el río Azuer en Vallehermoso es de 55.39 m3/s y en el Azuer en Daimiel (desembocadura) es de 11.89 m3/s. El río Azuer es un río típico de Llanura Manchega que apenas lleva caudal en su tramo bajo, antes de desembocar en el Guadiana junto a las Tablas de Daimiel, sin embargo, puede dar problemas de inundaciones.
El Azuer atraviesa buena parte del término municipal de Membrilla, catorce kilómetros y medio de recorrido, pasando muy cerca de nuestro núcleo urbano. Tradicionalmente el río ha sido para Membrilla fuente de riqueza ambiental y económica. Hasta once molinos harineros llegaron a instalarse en su ribera y su vega ha sido cultivada y regada con el agua de multitud de pozos que veían aumentado su caudal cuando el río discurría generoso por las lluvias que cada año empezaban en otoño.
PROYECTOS Y ESTUDIOS SOBRE EL AZUER[3]
El río Azuer, ha sufrido una progresiva e intensa transformación a lo largo del tiempo y presiones de diferente naturaleza y magnitud que han provocado la degradación de sus aspectos esenciales, estructurales y dinámicos.
A lo largo de la historia han sido redactados diversos proyectos y estudios sobre el río Azuer para aprovechar mejor sus aguas o canalizarlo para impedir el desbordamiento. El primero se remonta al siglo XVIII y fue retomado por los franceses durante su ocupación en 1811[4]
EL RÍO[1]
El río Azuer es un afluente del Guadiana que nace en los manantiales del Ojo Lobero, en el término municipal de Villahermosa (Ciudad Real), discurre por los de La Solana, Alhambra, San Carlos del Valle, Membrilla, Manzanares y Daimiel, y desemboca en el río Guadiana cerca de las Tablas de Daimiel. Tiene como afluentes el Cañamares y el arroyo de Alhambra por la derecha y el Tortillo por la izquierda.
La subcuenca del Azuer[2] tiene dos zonas bien diferenciadas. Una parte, desde su nacimiento hasta Vallehermoso, donde se concentran la mayor densidad de la red de drenaje y las mayores alturas, y otra parte desde Vallehermoso hasta Daimiel.
La cuenca completa hasta Daimiel tiene una extensión de 1699 Km2 con alturas entre 1018 m y 618 m. Presenta una morfología alargada en dirección SE-NW, con escasas pendientes, menores del 3%, salvo la zona de cabecera, y relieves muy suaves con relación de relieve de 4.27 m/Km. El río Azuer tiene una longitud de 100 Km. y una pendiente de 3.82 m/Km. La red de drenaje es muy poco densa (0.21 Km/ Km2), la mayoría de cauces secundarios se concentran en la parte alta de la cuenca y su índice medio de bifurcación de canales es de 5.39. El tiempo de concentración de la cuenca del Azuer hasta Daimiel es muy alto, de 28.61 horas.
En cuanto al caudal, el valor máximo diario más alto aforado en el río Azuer en Vallehermoso es de 55.39 m3/s y en el Azuer en Daimiel (desembocadura) es de 11.89 m3/s. El río Azuer es un río típico de Llanura Manchega que apenas lleva caudal en su tramo bajo, antes de desembocar en el Guadiana junto a las Tablas de Daimiel, sin embargo, puede dar problemas de inundaciones.
El Azuer atraviesa buena parte del término municipal de Membrilla, catorce kilómetros y medio de recorrido, pasando muy cerca de nuestro núcleo urbano. Tradicionalmente el río ha sido para Membrilla fuente de riqueza ambiental y económica. Hasta once molinos harineros llegaron a instalarse en su ribera y su vega ha sido cultivada y regada con el agua de multitud de pozos que veían aumentado su caudal cuando el río discurría generoso por las lluvias que cada año empezaban en otoño.
PROYECTOS Y ESTUDIOS SOBRE EL AZUER[3]
El río Azuer, ha sufrido una progresiva e intensa transformación a lo largo del tiempo y presiones de diferente naturaleza y magnitud que han provocado la degradación de sus aspectos esenciales, estructurales y dinámicos.
A lo largo de la historia han sido redactados diversos proyectos y estudios sobre el río Azuer para aprovechar mejor sus aguas o canalizarlo para impedir el desbordamiento. El primero se remonta al siglo XVIII y fue retomado por los franceses durante su ocupación en 1811[4]
En 1943 el ingeniero D. Guillermo Carrillo redactó el proyecto “Regulación del río Azuer en los términos de Membrilla y Manzanares”[5].
Los objetivos que pretendía el proyecto teniendo en cuenta varias peticiones realizadas por los ayuntamientos de La Solana, Manzanares y Membrilla eran: Prevenir daños en las poblaciones, defender las cosechas de los márgenes y posibilitar el regadío de 4000 hectáreas. El ingeniero aludía a los encharcamientos periódicos (en lugar de inundaciones) por la insuficiencia de desagüe natural y por la acumulación de sedimentos en el cauce debido a la irregularidad del caudal del Azuer.
Para conseguir los objetivos se proponía el encauzamiento del río desde el Molino Chico hasta la estación de Azuer en una longitud aproximada de 28 km y la construcción de un pantano regulador en el punto kilométrico 27,500 de la carretera de Manzanares a Infantes donde había un estrechamiento entre el cerro del Palomar y la margen izquierda del Azuer.
El proyecto citaba los siguientes antecedentes de la obra:
4 de noviembre de 1900, el ingeniero de caminos D. Francisco Guinea Perdiguero propuso la inclusión en el plan de obras, la construcción del pantano de “El puerto” en el Azuer para riego de 2200 hectáreas.
31 de enero de 1910, el subdirector de aguas y riegos ordena un estudio detenido del vaso propuesto para el pantano.
Mayo de 1911, instalación de una estación de aforos dándole la denominación de “Estación número 6 o de Vallehermoso”.
Enero de 1920, proyecto de vertedero sobre el Azuer redactado por D. Rafael de la Escosura.
Noviembre de 1920, “presupuesto de gastos probables para los sondeos necesarios para el pantano del Puerto”.
6 de agosto de 1931, el ingeniero D. Rodrigo Catana Frías emitió informe favorable a las obras del pantano.
19 de diciembre de 1932, encargo al ingeniero D. Federico Molero del estudio de aprovechamientos de las Lagunas de Ruidera y pantano de Peñarroya.
Datos del proyecto:
Aportación media anual del Azuer: 39,5 millones de metros cúbicos.
15 pasos en la zona de encauzamiento con algunos puentes a base de tramos rectos de hormigón armado.
Altura de la presa: 12 metros
Longitud de la corona de la presa: 119 metros.
Capacidad del embalse: 16 millones de metros cúbicos.
Longitud del embalse: 5 kilómetros.
Presupuesto total de las obras de encauzamiento y pantano: 11.022.052,58 pesetas.
INUNDACIONES DE 1900 a 1950
1902
Febrero
En Manzanares.
"Se ha desbordado el rio Azuer. El alcalde hizo desalojar todas las casas de la Vega. Continúa lloviendo, por lo que se teme que la inundación alcance mayores proporciones”[6].
Daimiel
“A causa del continuado temporal de aguas que viene sucediéndose, el río Azuer, que pasa a corta distancia de esta población, empezó á salir de cauce hace tres ó cuatro días; hoy ha aumentado su crecida en proporciones sumamente alarmantes, encontrándose esta ciudad completamente impresionada, pues corre inminente peligro de ser inundada.
Se sabe por noticias que comunican desde Manzanares que la crecida va aumentando extraordinariamente.
Las autoridades están constituidas en sesión extraordinaria, dictando algunas medidas encaminadas á prevenir las consecuencias de una avenida que habrá de ocasionar pérdidas de consideración como las del año 1886.
Se ha publicado un bando previniendo á los vecinos que en caso de que llegue la avenida que se teme, se tocarán las campanas para dar la señal de alarma.
Se toman precauciones para evitar ocurra una catástrofe.
Todos los guardas, serenos é infinidad de vecinos están haciendo trabajos para aumentar una embarrada que habían construido[7]”.
Marzo
Manzanares
“A causa de la persistente lluvia empieza a desbordarse el cauce del río Azuer[8]”
Primeros meses de 1903.
Fueron abundantes las lluvias que hicieron correr generosamente la Cañada Vieja y la Cañada de Montiel, provocando encharcamientos y daños en los caminos de la Encomienda, La Solana y del Cristo. Así los constatamos en varias actas de pleno de fechas 22 de enero, 28 de mayo y 4 de junio.
Primavera de 1911.
En el pleno del 3 de junio el Alcalde D. Trinidad Muñoz Muñoz “manifiesta que por las recientes y constantes lluvias se encuentran en mal estado los caminos de San Carlos, Santa María, Tomelloso y María Martín”.
Otoño de 1918.
En el pleno del 11 de octubre el alcalde D. Valero Chacón Otal manifestó la Necesidad de “revocar y rulear el camino a Diego del Vado para mantener su conservación con motivo de las persistentes lluvias”.
Primavera de 1920.
A tenor de lo que reflejó el periódico “El Pueblo Manchego” en las ediciones del 1 de mayo y del 15 al 20 de mayo, las tormentas de agua y piedra ocurridas en la provincia de Ciudad Real el 29 de abril y el 13,14 y 15 de mayo debieron ser de una magnitud nunca antes conocida provocando incalculables daños en las cosechas e inundaciones.
La edición del sábado 15 de mayo titulaba “El estrago de las tormentas, la desolación de nuestra provincia”. En este número y los siguientes reflejó crónicas describiendo los efectos desde Almagro, Corral, Granátula, Valenzuela, Valdepeñas, Tomelloso, Calzada, La Solana, Los Pozuelos, Daimiel, Campo de Criptana, Malagón, Alcolea, Torrenueva, Almodóvar, Santa Cruz, Arenas, Puebla del Príncipe, Herencia, Villarrubia y Socuéllamos.
El pleno del Ayuntamiento de Membrilla celebrado el 20 de mayo dejó constancia de la tormenta, sus efectos y gestiones necesarias. “Se dio lectura de un telegrama dirigido al alcalde (D. Alfonso MenchénVillalta) por Don Ramón Baillo Manso, Diputado a Cortes por Almagro-Valdepeñas, manifestando haber visitado al señor Ministro de Gobernación interesándose por los daños causados por los pedriscos en este término municipal y solicitando datos del importe aproximado a que estos ascienden… según los cálculos, los daños causados ascienden a más de un millón de pesetas (más de 10 veces el presupuesto del Ayuntamiento para un año).
1925
“El temporal en provincias En el pleno del 11 de octubre el alcalde D. Valero Chacón Otal manifestó la Necesidad de “revocar y rulear el camino a Diego del Vado para mantener su conservación con motivo de las persistentes lluvias”.
Primavera de 1920.
A tenor de lo que reflejó el periódico “El Pueblo Manchego” en las ediciones del 1 de mayo y del 15 al 20 de mayo, las tormentas de agua y piedra ocurridas en la provincia de Ciudad Real el 29 de abril y el 13,14 y 15 de mayo debieron ser de una magnitud nunca antes conocida provocando incalculables daños en las cosechas e inundaciones.
La edición del sábado 15 de mayo titulaba “El estrago de las tormentas, la desolación de nuestra provincia”. En este número y los siguientes reflejó crónicas describiendo los efectos desde Almagro, Corral, Granátula, Valenzuela, Valdepeñas, Tomelloso, Calzada, La Solana, Los Pozuelos, Daimiel, Campo de Criptana, Malagón, Alcolea, Torrenueva, Almodóvar, Santa Cruz, Arenas, Puebla del Príncipe, Herencia, Villarrubia y Socuéllamos.
El pleno del Ayuntamiento de Membrilla celebrado el 20 de mayo dejó constancia de la tormenta, sus efectos y gestiones necesarias. “Se dio lectura de un telegrama dirigido al alcalde (D. Alfonso MenchénVillalta) por Don Ramón Baillo Manso, Diputado a Cortes por Almagro-Valdepeñas, manifestando haber visitado al señor Ministro de Gobernación interesándose por los daños causados por los pedriscos en este término municipal y solicitando datos del importe aproximado a que estos ascienden… según los cálculos, los daños causados ascienden a más de un millón de pesetas (más de 10 veces el presupuesto del Ayuntamiento para un año).
1925
Comunicaciones interrumpidas. Inundaciones
VALDEPEÑAS 19. Ayer descargó una fuerte tormenta que atemorizó a los vecinos de esta ciudad por el acompañamiento de truenos, relámpagos y fuerte pedrisco. Las faldas de las sierras de Peral y Alhambra están inundadas, y el agua arrastra leños de los caseríos enclavados en dichos montes. Los ríos Jabalón y Azuer han experimentado una enorme crecida, especialmente este último que tiene interrumpido el puerto de La Solana, incomunicando a varios pueblos”[9].
1926
“En Ciudad Real
INUNDACIONES. GRANDES PÉRDIDAS
CIUDAD REAL 19 (11 n.).—El río Azuer se ha desbordado en Membrilla. Inundó la vega y causo destrozos en algunos edificios. La cosecha de patata, que se valora en unas 300.000 pesetas, se ha perdido”[10].
El 24, 25 y 26 de diciembre de 1926, cayó la mayor nevada del siglo XX en España, llegando incluso en gran cantidad a lugares costeros.
Las zonas montañosas permanecieron incomunicadas varias semanas, alcanzándose espesores de varios metros de nieve en poblaciones del interior alicantino. El periódico “El Pueblo Manchego” se hizo eco de los problemas que la nieve y el frío de los días siguientes causaron en la provincia. Suponemos que el posterior deshielo produjo inundaciones o desbordamientos, pero desconocemos fehacientemente su magnitud.
1936
“La crecida del río Azuer
DAIMIEL 27. La enorme, crecida, del río Azuer ha inundado totalmente la vega, ocasionado la pérdida de 6.000 fanegas de trigo. Como las aguas siguen subiendo, se temen mayores daños, aunque se confía en que las obras de defensa libren, a la población de las consecuencias de la catástrofe”[11].
El 24 de febrero de 1941, el Azuer a su paso por los términos de Membrilla y Manzanares,
registró un caudal máximo de 21,4 metros cúbicos por segundo.
Primavera de 1946.
Las lluvias generosas de marzo y abril fueron claves para conseguir una gran producción agrícola que ayudó a mitigar las penurias alimentarias de posguerra. El diario Lanza en dos crónicas enviadas desde Manzanares fechadas el 15 de marzo y el 5 de abril lo reflejaba así:
Lanza15 de marzo 1946:
"Los quince días de régimen lluvioso han puesto en excelente estado los campos de Manzanares. La benéfica lluvia permite abrigar esperanzas de que este año agrícola será bueno y la certeza de que la vid, agostada en exceso, se ha salvado casi totalmente”.
Lanza 5 de abril de 1946:
“Las lluvias que de modo sistemático están cayendo en este término, están poniendo los campos en espléndidas condiciones. Los labradores se muestran optimistas y esperanzados ante la cosecha que casi se puede calificar de excelente”.
Fuentes:
ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro, “Membrilla en torno a la restauración de su Plaza Mayor, 1700-1732”
Ayuntamiento de Membrilla 2009.
ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro en “La Guerra de la Independencia en Membrilla,
1808-1814” editado por la Diputación de Ciudad Real en 2008
ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro “Cosme de Médicis en Membrilla.1668. (1)” Revista informativa del
Ayuntamiento de Membrilla 2004.
ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro, “Los primeros
molinos de Membrilla y sus propietarios”, Programa de Desposorios 2009
ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro, ““La revolución
democrática en Membrilla (1868-1875)”, Ayuntamiento
de Membrilla, 2011.
ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro y JIMÉNEZ VILLALTA,
Enrique, “Mattía Battistini y Dolores Figuero, una pareja ilustre de Membrilla”,
2012.
BERMÚDEZ GARCÍA-MORENO, Antonio, “Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII,
1902-1931”, 2ª edición corregida y
aumentada 2008.
BERMÚDEZ GARCÍA-MORENO, Antonio, “República y Guerra Civil en Manzanares
(1931-1939) II”, Biblioteca de Autores Manchegos Diputación de Ciudad Real,
1991.
BLÁZQUEZ, Antonio. "La Mancha en tiempos de Cervantes", Boletín de la
Real Sociedad Geográfica, Tomo XLVII, pp. 307-333. (1905)
Catálogo Nacional de Inundaciones Históricas
en las Cuencas del Guadiana y Sur. Instituto Nacional de Meteorología y
Protección Civil. 2010
DEL VALLE CALZADO, Ángel Ramón (coordinador),
“Historia agraria de Castilla-La Mancha S
XIX-XXI”, Biblioteca Añil. Ciudad Real 2010.
DÍAZ-PINTADO PARDILLA, Juan, “Epidemias de paludismo en la Mancha del S.
XVIII” Instituto de Estudios
Manchegos nº 21 II Época 1991
DÍAZ-PINTADO PARDILLA, Juan, “Epidemias de paludismo en la Mancha del S.
XVIII,” Cuadernos del Instituto de Estudios Manchegos nº 21, II época,
1991.
HERVÁS Y BUENDÍA, Inocente, “Diccionario histórico geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real”. Ciudad Real, 1914
JIMÉNEZ VILLALTA, Enrique (coord..) “Membrilla, crecida por el Azuer”,
Ayuntamiento de Membrilla, 2011.
MARTÍNEZ VAL, José María, “Estudio Geoeconómico del alto y medio
Guadiana”, Instituto de estudios manchegos 1977, Nº 7 II época.
MOYA GARCÍA, Concepción, “Espacios civiles y religiosos de Membrilla, en el paso del medievo a
la modernidad, según los libros de visitas de la Orden de Santiago
(1468-1550)”. Ayuntamiento de Membrilla 2011.
OTERO OCHAÍTA, Josefa, “Modernización e
inmovilismo en la Mancha de Ciudad Real, (1931-1936) BAM, Diputación Provincial
de Ciudad Real 1993
POTENCIANO
DE LAS HERAS, Ángela, “Las inundaciones
históricas en el Centro-Sur de la Península Ibérica, condicionantes
geomorfológicos y climáticos”, Tesis doctoral. Universidad Complutense de
Madrid 2004
TRUJILLO
LÓPEZ-MELLADO, Manuel, “Inundaciones
históricas en la provincia de Ciudad Real”
VIÑAS MEY, Carmelo y PAZ, Ramón: Relaciones
histórico-geográficas-estadísticas de España ordenadas por Felipe II. Ciudad
Real. Centro Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1971.
[1] JIMÉNEZ VILLALTA, Enrique (coord..) “Membrilla, crecida por el Azuer”, Ayuntamiento de Membrilla, 2011. Página 10
[2] POTENCIANO DE LAS HERAS, Ángela, “Las inundaciones históricas en el Centro-Sur de la Península Ibérica, condicionantes geomorfológicos y climáticos”, Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid 2004
[3] JIMÉNEZ VILLALTA, Enrique (coord..) “Membrilla, crecida por el Azuer”, Ayuntamiento de Membrilla, 2011. Página 16
[4] ALMARCHA JIMÉNEZ, Pedro en “La Guerra de la Independencia en Membrilla, 1808-1814” editado por la Diputación de Ciudad Real en 2008
[5] JIMÉNEZ VILLALTA, Enrique (coord..) “Membrilla, crecida por el Azuer”, Ayuntamiento de Membrilla, 2011. Páginas 20 y 21
[6] La Época 27 febrero 1902, n.º 18.574, página 4.
[7] El Heraldo de Madrid 28 febrero 1902, página 2.
[8] Diario del Comercio, 1 de marzo de 1902
[9] La Época. 20 junio 1925, n.º 26.673, página 2.
[10] La Voz (Madrid). 19 noviembre 1926, página 3.
[11] El Heraldo de Madrid. 27 marzo 1936, página 13.
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